¿Y si hubiera habido SaviaTime en el NeolÃtico? No habrÃa hecho falta porque el hombre del neolÃtico era, por naturaleza, productivo. Él mismo gestionaba su tiempo trabajando la tierra únicamente para alimentarse (no para producir excedentes) y tener buena calidad de vida. Sus horas de trabajo estaban guiadas por el sol y las temporadas de cultivo o de barbecho. Después, con los excedentes de producción surgió la especialización y las profesiones, dando lugar a la estratificación laboral y la aparición de la servidumbre con agotadoras jornadas laborales de hasta 24 horas. Se habÃa pasado de una economÃa recolectora a una economÃa productora. ¿SerÃa esta la antesala del capitalismo?
El trabajo comenzó a dividirse en clases sociales con jornadas muy dispares. Surge el feudalismo cuyas tasas de crecimiento y productividad fueron cercanas a cero, y los salarios dependieron en gran medida de la cantidad de mano de obra disponible. En definitiva, se vivÃa un sistema descentralizado, con horarios interminables de hasta 100 horas semanales.
El fin de semana inglés
Antes de la Primera Revolución Industrial la semana laboral solÃa ser de 6 dÃas con uno solo de descanso pero en muchos paÃses como en Gran Bretaña se llegaron a alcanzar jornadas de 14 horas los 7 dÃas de la semana. El primer cambio tras la revolución fue la reducción de la semana laboral, dando paso al fin de semana inglés que dejaba libre la tarde del sábado y el domingo entero. Finalmente, con la aparición de la sociedad de consumo, la semana de trabajo se empezó a reducir a 5 dÃas dejando sábado y domingo libre para el ocio pero, sobre todo, para las compras.
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Ahora sÃ. Bienvenido el Gran Capitalismo
El sistema capitalista fue alcanzando madurez; se empieza a observar el surgimiento de nuevas y mejoradas técnicas de producción, además de una nueva clase de industrias (quÃmica, eléctrica, automovilÃstica…). Es el momento de la revolución cientÃfica, el gas, el petróleo, la invención del teléfono, la radio. La revolución se extiende más allá del continente europeo, hasta EEUU y Japón. Ahora sÃ, por fin, entre 1970 y 1980, se empieza a hablar de la jornada de las 8 horas(8 horas de trabajo, 8 de ocio y 8 de sueño). Lograron pasar de semanas laborales de 60 horas a 48 y 40 horas semanales (6 dÃas de 8 horas laborables, o 5 dÃas de jornadas de 8 horas). El 3 de Abril de 1919, mediante un Real Decreto, se estableció en España la jornada máxima de 8 horas de trabajo diario.
Productividad, Conciliación y Progreso
En 2003 se limita la obligación de los trabajadores de la Unión Europea a trabajar durante más de 48 horas por semana debiendo tener al menos 11 horas de descanso consecutivo cada 24 horas y, semanalmente, al menos 1 dÃa de descanso ininterrumpido.
Poco después, en 2005 se establece en Europa la semana laboral media de 40 horas para trabajadores a tiempo completo. En españa, sin embargo, se acordaron 41 horas.
En la actualidad, diversas posiciones abogan por la reducción de jornada laboral a 30 – 35 horas semanales. Sin embargo, en Savia proponen flexibilidad como garantÃa de mayor productividad frente a contratos de horarios cerrados. Como ocurrÃa en el PaleolÃtico, el propio trabajador gestiona su tiempo, con el objetivo de sacarle el máximo rendimiento, lo que supone la mejor opción para cumplir los objetivos fijados.
Savia Time nace con el objetivo de brindar a sus clientes la oportunidad de mejorar en un ámbito ambiguo y lleno de discrepancias. Hace años el trabajador fichaba en su puesto de trabajo para que la empresa controlara su estancia dentro de ella, ya que creÃan que a más horas trabajadas, mayor rendimiento habÃa. ERROR. Con el nuevo sistema de gestión horaria de Savia, el trabajador puede, por ejemplo, trabajar cuatro horas un dÃa y al dÃa siguiente diez, siempre que a final del mes (o semana) haya cumplido con sus obligaciones. Se trata de crear una visión global del empleado en relación con su puesto de trabajo y las horas invertidas en sus proyectos. Un concepto que va mucho más allá del simple control de presencia.
Este sistema, por tanto, permite al empleado una mayor conciliación de su vida profesional y personal, lo que aumenta notablemente su grado de satisfacción, productividad y progreso.